Las recientes elecciones en los estados de Coahuila y el Estado de México dejaron claro que el Partido Acción Nacional (PAN) se encuentra en una situación complicada. A pesar de ser considerado una de las principales fuerzas opositoras a nivel nacional, los resultados electorales no reflejaron su aparente fortaleza. En este artículo, analizaremos las razones por las cuales el PAN se convirtió en el otro gran perdedor de estas elecciones, y cómo esto puede impactar su futuro político.
El declive del PAN en Coahuila
En el caso de Coahuila, el PAN logró colarse en la victoria mediante una alianza con el PRI y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Sin embargo, el porcentaje de sufragios que obtuvo de manera independiente fue sumamente bajo, recibiendo menos del 7% de los votos. Esta cifra es considerablemente menor a la que consiguió el Partido del Trabajo (PT), lo cual es preocupante para el PAN.
Si comparamos estos resultados con las elecciones de 2017 en el mismo estado, vemos un declive significativo para el PAN. En aquella ocasión, su candidato obtuvo cerca de 452 mil votos, equivalente al 36.4% del total. En contraste, en esta elección el PAN apenas consiguió poco más de 88 mil votos de manera independiente. Es evidente que su presencia y apoyo ciudadano han disminuido drásticamente.
La derrota simbólica en el Estado de México
En el Estado de México, el PAN sufrió una derrota más simbólica que numérica. Aunque es considerado el principal partido de oposición en la actualidad, cedió la candidatura en el estado más importante y poblado del país. Esta decisión representa una oportunidad perdida para Acción Nacional, ya que no logró dar continuidad al aparente avance que mostró en las elecciones locales de 2021, donde obtuvo 20 presidencias municipales y un importante apoyo ciudadano en el «corredor azul».
El futuro del PAN
Con este panorama, al PAN liderado por Marko Cortés le queda esperar a las elecciones de 2024, que definirán al sucesor de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y representarán la renovación de nueve gubernaturas en diferentes estados del país. Sin embargo, tras la derrota en el Edomex, es necesario que el partido reflexione y tome medidas para recuperar su posición.
Cortés Mendoza reconoció la necesidad de tener una mayor participación a favor del PAN y agradeció a la candidata de la coalición en el Edomex por su campaña con buenas propuestas. Es fundamental que el partido trabaje en fortalecer su estructura interna, conectar con los ciudadanos y presentar propuestas atractivas y sólidas que le permitan recuperar la confianza perdida.
Las elecciones en Coahuila y el Estado de México revelaron que el PAN es el otro gran perdedor. A pesar de ser considerado una fuerza opositora destacada a nivel nacional, no logró reflejar su aparente fortaleza en las urnas. El bajo porcentaje de votos obtenidos de manera independiente en Coahuila y la pérdida simbólica en el Estado de México son señales claras de que el partido necesita revisar su estrategia y renovarse para enfrentar los retos futuros.
Es evidente que el PAN enfrenta desafíos significativos. Uno de ellos es la falta de conexión con los ciudadanos y la pérdida de confianza en su propuesta política. La decisión de ceder la candidatura en el Estado de México fue un golpe para el partido, ya que perdió la oportunidad de consolidar su avance y mostrar una alternativa sólida al gobierno en turno.
Además, el declive en los resultados electorales muestra que el PAN necesita revitalizar su estructura interna. Es fundamental fortalecer los vínculos con las bases y promover una mayor participación ciudadana. El partido debe escuchar las demandas y preocupaciones de la población, presentando propuestas claras y convincentes que aborden los problemas reales de la sociedad.
Otro aspecto crucial para el PAN es la unidad y la construcción de alianzas efectivas. La coalición con el PRI y el PRD en Coahuila demostró que, en algunos casos, es necesario establecer alianzas estratégicas para enfrentar a un partido dominante. Sin embargo, el PAN también debe trabajar en fortalecer su propio perfil y presencia, evitando depender exclusivamente de alianzas electorales.
De cara a las elecciones de 2024, el PAN tiene la oportunidad de reinventarse y recuperar su posición como una fuerza política relevante en el país. Las nueve gubernaturas en juego representan un escenario propicio para demostrar su capacidad de liderazgo y ofrecer alternativas sólidas a los ciudadanos.
Para lograrlo, el PAN debe enfocarse en construir una propuesta política atractiva y coherente, basada en principios y valores claros. Es necesario presentar soluciones realistas a los problemas que enfrenta México, como la inseguridad, la corrupción, el crecimiento económico y la desigualdad social.
Asimismo, el partido debe apostar por una renovación generacional y abrir espacios a nuevos liderazgos. La participación de jóvenes y la inclusión de diferentes sectores de la sociedad fortalecerán la imagen del PAN como un partido moderno y en sintonía con las demandas actuales.
En conclusión, las recientes elecciones en Coahuila y el Estado de México dejaron en evidencia que el PAN es el otro gran perdedor. Para recuperar su posición y enfrentar los retos futuros, el partido debe reflexionar sobre su estrategia, fortalecer su estructura interna, reconectar con los ciudadanos y presentar propuestas sólidas y atractivas. El PAN tiene la oportunidad de reinventarse y demostrar su capacidad de liderazgo en las próximas elecciones de 2024.