La Secretaría del Trabajo de México ha anunciado nuevas regulaciones para el trabajo desde casa, estableciendo obligaciones tanto para los patrones como para los empleados. Estas normas buscan garantizar condiciones adecuadas y proteger los derechos de quienes realizan teletrabajo.
Una de las principales obligaciones impuestas a los empleadores es la de pagar el servicio de internet y proporcionar sillas ergonómicas a los empleados que trabajen desde casa. Además, se establece el «derecho a la desconexión» para aquellos que realicen al menos el 40% de su tiempo bajo la modalidad de teletrabajo.
Los empleados a distancia han expresado su preocupación por estar constantemente disponibles en casa, lo que lleva a una sobrecarga de trabajo. Estas regulaciones buscan abordar esta situación y establecer límites para garantizar un equilibrio entre la vida laboral y personal.
La normativa también establece que los empleadores deben cubrir los gastos proporcionales de electricidad, computadoras, tabletas, teléfonos celulares e impresoras necesarios para trabajar desde casa. Además, si la vivienda de un empleado no cumple con los estándares de seguridad, iluminación y ventilación adecuados, no se le puede obligar a trabajar allí.
La Secretaría del Trabajo podrá realizar inspecciones en los domicilios de los trabajadores o solicitar fotografías como evidencia de que se cumplen las condiciones laborales requeridas.
Es importante destacar que los trabajadores a distancia no pueden recibir un salario inferior al de aquellos que trabajan en una oficina y deben contar con un horario laboral establecido.
El mercado de oficinas en Ciudad de México ha mostrado una leve recuperación desde el inicio de la pandemia, pero la tendencia del trabajo remoto continúa en aumento. Algunas empresas han adoptado un modelo híbrido en el que los empleados asisten a la oficina solo parte de la semana, y estas nuevas regulaciones se aplican específicamente a aquellos que realizan teletrabajo al menos el 40% del tiempo.
En resumen, estas regulaciones buscan garantizar condiciones laborales adecuadas para aquellos que trabajan desde casa en México. Establecen obligaciones para los patrones, como el pago de internet y la provisión de equipos ergonómicos, y también establecen derechos para los empleados, como el derecho a la desconexión. Es un paso importante hacia la protección de los derechos laborales en el entorno del home office.